Alfredo Jalife-Rahme // lajornada.com.mx
Varios mercados emergentes de Latinoamérica –Chile, en particular– se preparan para los efectos deletéreos de la exagerada alza del dólar que afectará a sus empresas domésticas y domesticadas por la globalización financierista que han recurrido a pantagruélicos empréstitos, como alerta Bank for International Settlements (http://goo.gl/iUjHXg yhttp://goo.gl/BzDptx ).
Financial Times, portavoz de la globalización financierista –controlado por Black Rock, máximo banco de inversiones del mundo (http://goo.gl/BQ6Umm ), que posee 10 por ciento de las acciones de Televisa–, vocifera que Chile repiensa su experimento librecambista (http://goo.gl/QcMLdQ ).
Michelle Bachelet ha impulsado 70 reformas, incluyendo un aumento de impuestos por 8 mil millones de dólares para financiar la reforma educativa que busca borrar los incentivos del mercado de las escuelas públicas y eventualmente también de la salud y las pensiones.
Financial Times cita al chileno Fernando Atria, autor del libro Otro modelo, quien considera que su objetivo es crear el primer Estado de bienestar postneoliberal cuando reconoce los problemas del añejo Estado de bienestar, pero también el precio que se paga para corregirlo con soluciones neoliberales, específicamente la desigualdad.
El pernicioso pinochetismo neoliberal había sido propalado viciosamente por sus propagandistas como el modelo a seguir (¡un año antes de la debacle financierista global!), en especial por una revista de Televisa (http://goo.gl/565HWq ), sin tomar en cuenta la coerción golpista del general Pinochet –dictadura que incitó a emular en el “México neoliberal itamita”, para imponer la reforma energética, el presunto evasor multimillonario de impuestos, Valentín Diez Morodo, desde su hilarante reducto IMCO (http://goo.gl/a9ve1K ).
Aunque Chile constituye una pequeña economía –su PIB (poder adquisitivo) ocupa un mediocre lugar 43 global (335 mil millones de dólares) en un territorio de un poco más de la mitad de México y una población siete veces menor–, Financial Times se alarma de su inminente viraje a una política más estatista y de corte social, dejando atrás el nefario monetarismo centralbanquista de los vilipendiados Chicago boys: “durante 30 años Chile ha sido el laboratorio (¡supersic!) para las economías de libre mercado, con pensiones privatizadas y un sistema de vouchers escolares diseñados por Milton Friedman, padrino de las economías de Chicago, quien una vez describió el éxito (¡supersic!) de Chile como un ‘milagro’”.
¿Podrá abandonar Chile el cinturón de castración, más que de castidad, del monetarismo centralbanquista del fallecido israelí-estadunidense Milton Friedman? ¿Lo permitirá la omnipotente banca israelí-anglosajona controladora desde hace 27 años de la Reserva Federal –Alan Greenspan, Ben Shalom Bernankey, ahora, la dupla Janet Yellen/Stanley Fischer– y de sus banksters de Wall Street y la City en Londres?
¿Temen los banksters de la City en Londres el efecto contagio de abandono del éxito neoliberal pinochetista de Chile en toda Latinoamérica? ¿En qué parámetros teológicos se habrá basado Financial Times para alucinar que Chile es el país más próspero de Latinoamérica, que ni lo es en el PIB –absoluto y per cápita– ni en el coeficiente Gini (medición de la desigualdad de los ingresos), donde ocupa un lastimoso lugar 14 de la clasificación global?
Cunde ya en Latinoamérica la moda del economista galo Thomas Piketty y su libro seminal El capital en el siglo XXI –a mi juicio, el coeficiente Gini plasmado en libro– que exhibe la malignidad de la desigualdad global (http://goo.gl/uiQhX1 ).
Mas allá de mi simpatía por su pueblo, pero no por su exógeno pinochetismo neoliberal, Chile no es tan exitoso como inventan sus mendaces publicistas librecambistas. No pertenece al G-20, donde sólo se encuentran tres países de Latinoamérica: Brasil, México y Argentina. Y, en términos absolutos del PIB, ocupa un insulso 43 sitio global (¡séptimo en el área!): detrás de Brasil (8), México (11), Argentina (23), Colombia (29), Venezuela (34) y Perú (40).
Con todo y que Argentina y Venezuela padecen sanciones y boicots sicalípticos de la banca israelí-anglosajona que favorece flagrantemente al pinochetismo neoliberal. Que conste que Colombia, Venezuela y Perú superan al pinochetismo neoliberal.
En PIB per cápita, en Latinoamérica y el Caribe, Trinidad y Tobago rebasa a Chile (con una diminuta población de 17.7 millones) que prácticamente se encuentra empatada con Argentina (con una población 2.4 veces mayor), que sufre un feroz ostracismo encabezado por los fondos buitre israelí-anglosajones en Wall Street y la City (http://goo.gl/s3nbuz ).
La prosperidad abultada del Financial Times se parece más a la del ASPAN de Fox –que ni aportó seguridad ni prosperidad a México, pero sí a Canadá y a EU–, ya que en la medición del coeficiente Gini, de 2011 (que ha de estar mucho peor tres años después), el mismo rotativo coloca a Chile en un patético penúltimo lugar de Latinoamérica (al costo de una distribución de ingresos desigual, de las peores de la región), donde México y Argentina ostentan de lejos un mejor desempeño, lo cual es mucho decir.
Cuando el coeficiente Gini de Chile es de los peores del planeta, el supuesto país más próspero (¡supersic!) de Latinoamérica podría estar revirtiendo su experimento, en consternación (¡supersic!) de los librecambistas por doquier, lo cual perturba al historiador británico e ídolo de la derecha política Niall Ferguson –panegirista de los banqueros esclavistas Rothschild (http://goo.gl/Sas1Js )–, quien expectoró que Chile solía ser el país más inteligente (¡supersic!), pero que ahora podría empezar a ejercer su derecho a ser estúpido (¡supersic!) ¡Vaya profundidad de análisis neoliberal!
Financial Times promueve al lacrimógeno exilado cubano Carlos Alberto Montaner, colaborador del Miami Herald, quien en tono lúgubre sollozó que la falta del faro guía (nota: ¡Chile!) era una pérdida que golpeará a todos (¡supersic!). ¿A todos? Ja ja ja.
Bank for International Settlements señala que los acreedores de los mercados emergentes han emitido deuda internacional por 2.6 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón) –equivalente a 1.4 veces al PIB del “México neoliberal itamita”– cuyas 3/4 partes son en revaluados dólares, lo cual empeorará más cuando la Reserva Federal inicie el alza inevitable de las tasas de interés que provocará estragos globales y arrastrará a toda Latinoamérica.
Hasta la mitad de 2004, los empréstitos transfronterizos de los bancos internacionales a los mercados emergentes habían alcanzado la cifra estratosférica de 3.1 trillones de dólares.
Según Financial Times, la incertidumbre se ha complicado debido a que las reformas de Bachelet coinciden con el fin del auge de las materias primas, que ha afectado en 12 por ciento el precio del cobre, que representa la mitad de las exportaciones de Chile, cuando su crecimiento económico se colapsó a 0.8 por ciento, con una contracción de 10 por ciento en inversiones.
Resuena (déjà entendu) al presente ajuste recesivo/deflacionario del “México neoliberal itamita” que –a diferencia notable del arrepentimiento tardío de Chile y en similitud a los catatónicos músicos del Titanic– se empecina en tocar hasta el final del naufragio porque ni sabe nadar ni hacer otra cosa.
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